Estimados amigos:
El recuento de los líquidos ingeridos en el transcurso de la ardua noche de ayer fue:
Dos botellas de Vino de cierta marca de prestigio ( yo hubiera elegido otra, aunque he de reconocer que estaba cojonudo,también influye bastante que mientras esperaba a las chicas para ir a cenar, me bebí dos copas de vino que más que aterciopelada me dejaron la boca zarapastrosa, después de lo cual todo sabía a gloria).
En el bar en el que las localicé por fin, traspasando ya la barrera de la hipotermia, el camarero impensablemente nos llevó varias copas màs de vino... ya que una de mis amigas decía que su vino estaba picado (que no lo estaba...)
Ya la decía yo que dijera que la tapa también le sabía mal a ver si así cenábamos por la Gesight (la cara).
En fin que yo me comí algo de sus tapas (un guiso de patatas macanudo), me bebí otros dos vinos, y alegres y contentos nos fuimos al restaurante a cenar (exquisito) y tomarnos las dos anteriormente citadas botellas.
Un café solo muy muy largo después, abandonamos el local después de que las chicas se liaran con las vueltas, el cambio, las propinas..
Y nos dirigimos al primer pub de la noche, cuyo nombre debido a los efectos del alcohol en mis neuronas ya no me acuerdo.
Allì sólo faltó que nos dieran unas fregonas, porque vaya calderos de whisky cola nos pusieron..
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